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El actual palacio es el resultado de varias construcciones, reformas y destrucciones de palacios anteriores. El primero en construir un palacio en la Alhambra fue Abu l-Walid Ismail, este palacio fue destruido por Yusuf I (a excepción del Mexuar), quien reformó: la Torre de Comares, el Patio de los Leones y los Baños. La reforma la terminó Mohamed V, quien construyó el Palacio de los Leones.
No se sabe con seguridad cuando se construyó el Mexuar. Según citas del poeta Ibn Zamrak, parece que pertenecía a los primitivos alcázares nazaríes. Ha sufrido muchas reformas y destrozos. Lo único que se ha conservado son los aposentos de Mohamed I, que es lo que actualmente se conoce como "Mexuar".
El Oratorio se encuentra al fondo del Mexuar. Fue restaurado a principios del siglo XX porque quedó muy deteriorado tras la explosión de un polvorín en el valle del Darro en 1590.
La construcción del Cuarto Dorado se debe a Mohamed V, pertenece al Palacio de Comares. Recibe este nombre por el repintado mudéjar de su artesonado.
Patio que se encuentra entre el Mexuar y el Cuarto Dorado.
El Patio de Arrayanes o Patio de los Mirtos debe su nombre a los Mirtos o Arrayanes que rodean el estanque central del patio. También se llamó Patio del Estanque o de la Alberca.
Residencia oficial del monarca. Está compuesto por una serie de dependencias alrededor del Patio de Arrayanes. Podemos destacar la Sala de la Barca y el Salón de Embajadores, que ocupan el interior de la Torre de Comares.
La Torre de Comares es la más alta de toda la Alhambra. En su interior podemos encontrar la Sala de la Barca y el Salón de Embajadores. Se dice que fue en la Torre de Comares donde Boabdil acordó entregar Granada a los Reyes Católicos. También se dice que fue donde Colón convenció a los Reyes Católicos para realizar una expedición a las Indias por Occidente.
Se accede a la Sala de la Barca a través de la galería norte del Patio de los Arrayanes. Parece que su nombre se debe a la degeneración del término árabe baraka, que significa bendición.
El Salón de Embajadores es el más majestuoso del palacio. Era la sala del trono y donde se realizaban las recepciones oficiales. Está repleto de inscripciones decorativas: textos del Corán, alabanzas a Dios, poemas, etc. En el techo, según Fernández-Puertas, se representa los Siete Cielos del Paraíso Islámico, con el trono de Dios situado en el octavo.