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Esta sala se la denomina de los Reyes por el tema de una pintura que podemos observar en la cúpula central y de la que hablaremos con posterioridad. También se la llamó de la Justicia y del Tribunal a partir del siglo XVIII.
Se accede a ella desde la cabecera del Patio de los Leones por tres pórticos con arcos triples de mocárabes y decorados con rombos calados, sostenidos por finas columnas. Por su disposición, la sala queda dividida en siete partes: tres habitaciones cuadradas, separadas por dos tramos rectangulares y alcobas en los extremos. En las habitaciones cuadradas se observan cúpulas de mocárabes y se accede a los tramos rectangulares que las separan a través de arcos dobles, tramos que también poseen bóvedas de mocárabes, al igual que las alcobas. Toda esta distribución y decorados realzan la luz que penetra en la sala, en la que se contrasta la pesadez de los arcos con la delicada ornamentación de sus muros, compuesta por inscripciones, así como por un zócalo de alicatados que rodeaba la sala, del que sólo quedan dos fragmentos originales.
Las pinturas que presenta la sala se encuentran en tres cúpulas de madera en forma de elipse, y forradas de cuero. La pintura del centro representa a los diez primeros reyes de la dinastía nazarí (salvo los usurpadores Ismail I y Mohamed VI, el Bermejo). Las de las bóvedas laterales nos muestran escenas caballerescas (de caza principalmente) y románticas, y posiblemente cuentan leyendas o aventuras de reyes musulmanes. A pesar de esto, las pinturas son claramente cristianas, lo que queda patente en la representación de temas musulmanes, mucho más torpe e imprecisa que la de los cristianos. Según las pistas que nos da la pintura de los reyes, podrían corresponder a los reinados de Mohamed VII (1395-1410) o de Yusuf III (1410-1424).
Techo de la Sala de los Reyes