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08/03/2010 10:25:00
La Unión Europea y Marruecos celebran este domingo su primera cumbre, que es también la primera de la UE con un país árabe, en La Alhambra de Granada. Darán un repaso al Estatuto avanzado de asociación que los une, establecerán la hoja de ruta para los próximos años y analizarán cuestiones de trascendencia global.
En un discurso pronunciado el sábado ante un foro de empresarios de la UE y Marruecos, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró que España se congratula en haber auspiciado estas reuniones “bajo su Presidencia, así como en albergarlas en el mejor lugar en que podíamos hacerlo: aquí, en Granada”.
Por parte europea participan en la cumbre Rodríguez Zapatero, en su calidad de presidente rotatorio de la UE y anfitrión, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que preside, el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el comisario de Comercio, Karel de Gucht y el de la política de Vecindad, Stefan Füle.
Marruecos está representado por el primer ministro, Abbas El Fassi; por el ministro de Exteriores, Taieb Fassi Fihri; el de Economía y Finanzas, Salahedin Mezuar; el de Agricultura y Pesca, Aziz Ajanuch; el de Educación, Ahmed Ajchichine; el de Industria, Comercio y Nuevas Tecnologías, Ahmed Reda Chami y el de Comercio Exterior, Abdelatif Maâzuz.
La declaración conjunta que se adoptará al final de la cumbre reflejará posiciones compartidas en temas de la agenda global y regional y respecto al futuro de la relación bilateral.
La cumbre de un día se inauguró este domingo en el Palacio de Carlos V de Granada, pero informalmente ya había empezado el sábado con una cena ofrecida por la junta de Andalucía.
También el sábado se celebró una “Cumbre empresarial Unión Europea-Marruecos” en cuya clausura intervinieron Zapatero, Barroso y El Fassi.
Zapatero hizo un llamamiento a las empresas para que sean ellas las que “protagonicen el impulso” en la relación UE-Marruecos.
Barroso abundó en el mismo sentido invitando a los empresarios a dialogar y trabajar con los poderes públicos, y el primer ministro marroquí subrayó que las “empresas están llamadas a desempeñar un papel capital para buscar nuevas vías de cooperación”